Siempre tuve miedo al futuro,
porque en el futuro,
entre otras cosas, está la muerte.
Ernesto Sábato
Arturo Suárez Ramírez / @arturosuarez
Estimado lector, gracias. La contienda electoral avanza y el presidente Andrés Manuel López Obrador está incontenible, lejos de ser mesurado con el contenido y declaraciones en sus conferencias mañaneras, se mueve en una delgada línea que lo vuelve imprudente, se comporta como si estuviera desesperado y fuera a perder la elección intermedia, aunque pueden darse sorpresas, las encuestas apuntan a que conservará la mayoría.
Desde el año 2006 en que fue por primera vez candidato presidencial, el tabasqueño se fue radicalizando gradualmente hasta el 2018, descalificó tres veces al árbitro de la contienda, se dijo víctima de fraude y nunca presentó pruebas contundentes, solo un cúmulo de absurdos que obviamente se cayeron al primer resoplido de las reglas vigentes, dice que no odia, pero los embates para demoler a las instituciones han sido constantes desde que llegó la 4T.
Parece que el Pejelagarto no se asume como presidente, no quiere la responsabilidad, pero le encanta el poder, no entiende que no hay un escalón más arriba para él, claro dentro de la democracia y eso es lo que preocupa. A López le gusta el estruendo de las campañas, los reflectores, por eso no puede ser prudente y desde su programa matutino hace campaña a favor de su partido, usa a su séquito de youtuberos para intentar disfrazar de inocentes respuestas el proselitismo que es evidente.
La consigna es descalificar al INE, pues López ya se dijo que él será quien custodie y en su caso califique la elección de manera moral, y será lo contrario en los lugares que le convenga. El órgano electoral ha manifestado su preocupación y ha emitido varias recomendaciones para que el presidente y su gabinete se abstengan de entrometerse, pero no les hace caso y seguramente veremos en los próximos días una amonestación al jefe del Ejecutivo quien se martirizará como es su costumbre.
Organizaciones nacionales e internacionales han manifestado su preocupación por la democracia mexicana, por la libertad de expresión, por la imposición dos años más del ministro Arturo Zaldívar, por el reguero de muertos, por el mal manejo de la pandemia y sus más de 300 mil muertos según el INEGI y la semana pasada la Sociedad Interamericana de Prensa se pronunció en contra del hostigamiento hacia periodistas de Latinoamérica por parte de los gobiernos, principalmente en México, Argentina, Brasil y El Salvador encabezados por populistas intolerantes.
Hay muchas muestras de la intolerancia, evidencias del autoritarismo de un solo hombre, ensayos de un dictadorzuelo… pero mejor ahí la dejamos.
Entre Palabras
Genio y figura, Porfirio Muñoz Ledo tuvo que ir a San Lázaro para darles una arrastrada al líder de su bancada y a sus diputados, ojalá aprendieran un poco de derecho, de política y de respeto a la Constitución. Pero son pequeños.
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Hasta la próxima.