Las modas son legítimas en las
cosas menores, como el vestido.
En el pensamiento y en el arte son abominables.
Ernesto Sábato
Arturo Suárez Ramírez / @arturosuarez
Estimado lector, gracias. Desde hace varios años se escuchan voces de advertencia sobre la personalidad de Andrés Manuel López Obrador y el daño que este le haría al país de llegar a ser presidente, pues para sus detractores la pesadilla se hizo realidad desde que se perfiló su tercera candidatura en 2017 y su arribo a Palacio Nacional en el 2018, de inmediato se prendieron las alarmas, sabían que el tabasqueño como presidente no se las iba a perdonar.
Y así sucedió durante el primer año, regresó el “besamanos” de los tiempos del PRI, varios quisieron congraciarse, convertirse al fin que mientras el Pejelagarto te absuelva, todo lo demás sale sobrando, eso sí, para los empresarios “machuchones” respeto y hasta sumisión, aunque en el pasado los tachó de ser parte de la mafia del poder, ahí están Televisa y TV Azteca, obviamente sus dueños que son invitados a la mesa del señor López.
Los patrones de los medios de comunicación aceleraron el paso para despedir a sus periodistas que les fueron muy útiles en sexenios anteriores, no querían que el nuevo presidente se fuera a incomodar, así construyeron programaciones afines a la 4T o guardaron silencio en sus programas de críticas, en noticieros solo la nota dura. Claro que López no aguanta la tentación de enfrentarse a quienes lo señalaron y todos los días regresa al año 2006 que es su peor trauma, lo mismo maltrata a comunicadores que instituciones, va contra el INE, la SCJN, la sociedad civil, defensores de derechos humanos, feministas, ecologistas, va derecho y no se quita.
Para cerrar la pinza, Jesús Ramírez Cuevas construyó un séquito de youtuberos, los más burdos, los que salen al paso y linchan cual jauría hambrienta de revancha, ya saben lo que tienen que hacer, leer las preguntas sembradas para que López se luzca o ataque, así ha sucedido en la mayoría de las conferencias matutinas. Así presidencia justifica su actuar en preguntas periodísticas como la de ayer, cuando un aplaudidor le puso la bola para que llamara corruptos a los ministros de la Suprema si estos no le amplían el poder a Arturo Zaldívar.
Debo confesar estimado lector, que pensaba que López Obrador no era de los que se intentaría perpetuarse en el poder, pero con eso de la extensión temporal al ministro Zaldívar, hay que replantear el pensamiento, que conste que no se habla de una reelección, sino de una extensión y la pandemia del Covid-19 “le cayó como anillo”, esto puede ser un ensayo y si le sale con esos argumentos defender su estancia en Palacio, pues lo que le resta en la presidencia parece no serle suficiente.
La fecha del 30 de septiembre del 2024 está marcada en el calendario como el fin del sexenio lopezobradorista… pero… ¿aguantará?… mejor ahí la dejamos.
Entre Palabras
Los grupos de científicos de la 4T deberían estar volteando hacia la crisis que vive la India por el Covid-19.
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Hasta la próxima.