Por Lourdes Rodríguez Salcedo
A partir de este fin llega a la gran pantalla mexicana en circuito comercial, bajo la Distribución de Cine Canibal: LA VERDAD, la joya fílmica encargada de inaugurar el Festival de Cannes y que formó parte de la Muestra Internacional de Cine de la Cineteca Nacional de uno de los grandes realizadores modernos el japonés Hirokazu Kore-eda. Siendo una amena, entrañable y reflexiva fabula con tintes de comedia y drama sobre los lazos, el Afecto, la Sinceridad, la manipulación y las mentiras dentro de las relaciones materno fíliales de una familia en crisis. Protagonizada por grandes leyendas actorales: Catherine Deneuve y Juliette Binoche.
La trama nos acerca a la historia de Fabienne Dangeville, una famosa actriz francesa aclamada por la crítica y admirada por todos. Que se encuentra al final de su carrera, resistiéndose a entrar en la tercera edad y retirarse, siguiendo trabajando. Además, es ególatra, olvidadiza y mentirosa, no se hace cargo de sus raros manejos manteniendo un aspecto imponente y de superioridad que irrita a muchos. Lleva una tensa relación con su hija Lumir, una guionista que por salud mental trata de mantenerse lo más lejos de su dominio, viviendo en Nueva York junto con su esposo un actor norteamericano de segunda y su pequeña. Pero cuando la musa publica sus memorias decide visitarla con su prole en su mansión parisina, para celebrarlo. Pero en realidad solo es el pretexto para una confrontación por parte de la quisquillosa y resentida Lumir, que apenas lee la publicación, se da cuenta que está llena de mentiras y fantasías muy lejos de contar la realidad acerca de los lazos entre ella, su progenitora y de nada en realidad. Por lo que decide enfrentarla y recriminarla por las evidentes inexactitudes y su irresponsabilidad maternal, pero Fabienne lejos de arrepentirse admite abiertamente no haberla cuidado como su hija en el pasado y haber traicionado la confianza de sus seres queridos, no tiene que ser una buena persona, ni buena madre. Es una actriz y aunque Lumir no lo aprecie, el público si lo hara. Mientras que al mismo tiempo esta tiene que quedarse acompañando a su madre que va a filmar una nueva película de ciencia ficción donde coincidentemente interpreta a una hija desesperada, abandonada que busca la atención y el acercamiento de la madre a la que ama y que regresa solo cada 7 años a visitarla porque tuvo que irse a vivir al espacio donde no envejece y detener el avance de una enfermedad terminal. Luego de que el asistente personal de la luminaria renunciara ya que ni lo menciona en su biografía. Donde aparte de ser secretaria de su progenitora tiene que ayudarla y lidiar con sus viejos fantasmas, miedos y demandas, el desempeño interpretativo, la guerra de egos y vanidades en la siempre tirante y falsa convivencia con su coprotagonista y el elenco. Descubriendo y obligando a la estrella a enfrentar sus mecanismos emocionales de defensa como su habilidad para mentir y actuar roles ficticios en la realidad diaria, que se refleja no solo en su trabajo si no en su vida y relaciones. Reanudando un reencuentro incomodo entre madre e hija que, aunque no resulta como lo esperaban ya que reabre heridas, viejos recuerdos y destapa lo que hay realmente detrás de la fachada que Fabbiane se ha inventado y construido para convertirla en una versión más agradable y halagadora de sí misma. Lo que las ayuda a sincerarse y abrirse en búsqueda de una reconciliación agridulce, reconfortante y un acercamiento.
LA VERDAD es una maravillosa, encantadora, intensa, entrañable y humana parábola cinematográfica de autor sobre el Divismo, la Familia y las Relaciones que aborda La Confianza, La Autenticidad, La Lealtad, Los viejos rencores y diferencias, Los Egos y Las Vanidades, en el juego de la manipulación y el engaño dentro de las relaciones. Con un guion intenso y profundo que sabe equilibrar el drama, el humor, la ironía, la compasión, las consecuencias emocionales de la falsedad, el orgullo y el arrepentimiento donde lo que no se dice se actúa y la realidad Incomoda, aunque presente se oculta, a cambio de guardar las apariencias interpretando un papel para encajar en el hogar y la sociedad. La fotografía y la cámara al servicio de los autores, consigue mantener casi intacta la fuerza expresiva naturista con momentos incomodos, pero el ambiente general es cálido, acogedor y familiar en una sucesión de escenas domesticas fluidas, elegantes y frescas. Destacando el desempeño interpretativo del reparto de primer encabezado por las protagonistas dos leyendas del cine francés Juliette Binoche como una escritora, resentida, critica y distante junto con Catherine Deneuve, como una insoportable, soberbia, increíblemente caprichosa, sarcástica y patética luminaria, orgullosa de no haber pedido nunca perdón a nadie que tiende a exagerar y maquillar su existencia para evitar el sentimiento de pérdida, el paso y la fragilidad del tiempo. Ambas logran un duelo memorable como hija y madre intercambiando palabras hirientes, resentimientos, secretos, dolorosos recuerdos, remordimientos y mentiras en una sucesión de escenas domesticas fluidas, elegantes y frescas. Acompañadas y apoyadas eficientemente por Ethan Hawke y Ludivine Sagnier.La música de Alexe Aigui resulta un acertado acompañamiento. Así mismo Reflexiona sobre que cada uno tiene su verdad, donde existe una delgada línea que separa lo auténtico de lo falso, de lo que se ve y no, todo depende con el cristal que se mire. Se impone si se puede y si no pues se termina aceptando la del otro. En Resumen, siempre es un grato placer disfrutar de este tipo de cine tan luminoso, inteligente y distinto en la gran pantalla. Así que no hay que perder la oportunidad.
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