vie. Nov 22nd, 2024

Nadie sube al metro 

con el corazón palpitante 

de alegría. 

Haruki Murakami 

Arturo Suárez Ramírez / @arturosuarez 

Estimado lector, gracias. En México hasta el día de hoy, uno es inocente hasta que se demuestre lo contrario, ese es un principio básico para cualquier ciudadano, aunque con los dichos de Andrés Manuel López Obrador es lo contrario, le dice a Ricardo Anaya que no se vaya del país y que demuestre su inocencia ante los tribunales, un contrasentido más para el Pejelagarto que pregona que nada por la fuerza y todo por la razón en estos tiempos de los superiores morales que, según ellos terminaron con la corrupción. 

Que conste que no es defensa para nadie, pero así escribí cuando López fue víctima de un desafuero. Estamos de acuerdo que la corrupción que se vivió con el nuevo PRI fue obscena y terminó por hartar a la mayoría, tanto que aproximadamente 30 millones le dieron un voto de confianza a Morena y a López Obrador en su tercera candidatura. Estamos presenciando la radicalización de Andrés Manuel López Obrador como político, la intolerancia es cotidiana, se enoja fácilmente ante las críticas de sus adversarios y va a hacer lo que sea para terminar la primera etapa de su proyecto, o la primera presidencia de la 4T. 

No veo por donde pueda venir una reelección del caudillo de los morenos sin que venga un atropello al Estado de Derecho, torcer nuestra insipiente democracia apropiándose o demoliendo las instituciones como el INE o el TEPJF, aunque para eso están sus títeres del poder legislativo que van por una reforma electoral o por lo menos sacar a los consejeros que no les son afines, eso ya está puesto en marcha. 

Y como dice el doctor Jesús Corona Osornio, todo el poder que se les ha dado a los militares, los millones de pesos y las concesiones hasta para que operen el Aeropuerto Felipe Ángeles, puede resultar muy conveniente para un régimen que busque una dictadura, así como Mario Vargas Llosa nombró en un programa de debate con la presencia de Enrique Krauze y Octavio Paz, que, con el PRI, México vivía en la dictadura perfecta. Eso no le molestaría a López Obrador, instaurar un régimen de muchos años como el priato. 

Ahí toma relevancia estos puntos, por un lado, el poder a los militares, por el otro apropiarse de las instituciones y destruir las que tienen el membrete de autónomas. Y para cerrar la pinza, la supuesta justicia sobre quienes cometieron delitos en el pasado, veremos si se las cumple y van por Luis Videgaray y Enrique Peña Nieto, obviamente pasando por Ricardo Anaya, pero en eso de los sobornos que recibieron para aprobar la Reforma Energética de Peña, hay que revisar la lista de quiénes la votaron y quiénes están ahora en las filas de los morenos. 

Como dicen en el pueblo, “que se haga justicia en los bueyes de mi compadre”, todos los caminos llevan a Peña Nieto, pero sabemos que impera un pacto de impunidad. Todos los que tengan cuentas pendientes con la justicia que paguen, que vayan a la cárcel y que se recuperen los bienes. López no lo va a hacer, van a seguir apachando y estirando la liga como con Lozoya Austin porque les conviene, a menos que los números rumbo al 2024 no le favorezcan y harán lo que sea… Pero mejor ahí la dejamos. 

Entre Palabras 

Rocío Nahle se destapa para la presidencia. ¿Tan flaca esta la caballada de Morena? O… ¿Es un aplauso de esos que se inventa como el que según brindaron los petroleros? 

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Hasta la próxima.