Por Lourdes Rodríguez Salcedo
BELFAST una magnifica y sublime joya cinematográfica imprescindible de ver en la pantalla grande, ahora que por fin tenemos la oportunidad tras su estreno en la cartelera nacional gracias a Universal Pictures.Se trata una de las producciones más galardonadas tras su paso por diversos festivales: el reconocimiento del público en el Festival de Toronto y el Globo de Oro al mejor guion, entre otros. Siendo la gran favorita a mejor película rumbo al Oscar, sumando 7 nominaciones incluyendo dirección y guion original a los premios de la Academia de Hollywood. Siendo la segunda, y más personal realización del celebrado actor Kenneth Branagh como cineasta, tras el reciente lanzamiento Muerte en el Nilo. Que entrega un drama con tintes autobiográficos en blanco y negro para retratar a una convulsionada Belfast durante los disturbios en el verano de 1969.Atraves de la mirada de su protagonista ficticio el pequeño Buddy, asistimos a la lucha de sus padres, familia y vecinos para sobrevivir en una ciudad que comienza a sufrir las consecuencias de la violencia y tensión política. Reuniendo un cast protagónico extraordinario Jude Hill como el niño al centro de la historia, Caitríona Balfe, Jamie Dornan, como sus padres, y Ciarán Hinds y Judi Dench como sus abuelos.
Todo comienza con tomas panorámicas a todo color de la ciudad de Belfast actual con su puerto, sus astilleros y los cruceros que llegan a la zona, para en un gran fundido subiendo un muro nos transporta al 15 de agosto de 1969, a una calle repleta de niños jugando al fútbol, vecinos entrando y saliendo de casas adosadas o madres charlando en los portales y llamando a sus hijos para comer. Ahí un inocente y adorable niño de 9 años Buddy quien vive con su madre, un padre bastante ausente, un hermano mayor y la presencia permanente de sus abuelos, acaba de vencer a un dragón imaginario. Cuando de pronto toda esa alegría y paz se ven rotas con la aparición repentina de una turba a la vuelta de una esquina, con hombres enmascarados que arrojan cócteles Molotov y queman coches. Mientras la gente se pelea y, entre el tumulto y la lluvia de piedras aparece la madre de Buddi, con una tapa de un cubo de basura agarrando a su hijo para sacarlo del peligro, Pronto, aparecen los tanques y las tropas británicas revisando papeles para configurar la zona cero de los disturbios de agosto, que sentarían las bases para la violencia sectaria que asolaría el Úlster durante décadas. Los militantes que trataban de echar a los católicos de un barrio mayoritariamente protestante quemaban tiendas y casas en la que se conoce como la “Batalla del Bogside, que se prolongó durante tres días. El hombre acaba de llegar a la Luna, pero en Irlanda del Norte es tiempo de violencia callejera con grupos de choque protestantes que intentan expulsar a la minoría católica que hasta entonces convivía de forma pacífica con sus vecinos. El pequeño es un buen alumno, pero sufre en carne propia la violencia callejera, la crítica situación económica y el terror y conflicto de sus padres protestantes pero no a favor de la presión contra sus vecinos y amigos, quienes en un estado básicamente en guerra que genera una posición de “estás contra ellos o contra nosotros” que hacen que la familia al no querer sumarse a los grupos más ultras, se vea amenazada, debatiéndose entre quedarse en la casa que conocen y luego tentada -como tantos otros- a abandonar esa suerte de guerra civil y huir por el bien de los niños, ya sea a Vancouver, Sídney o simplemente Londres.
BELFAST es una oda fílmica poderosa, maravillosa, deliciosa, y entrañable, que destaca dentro de la larga serie de cintas dedicadas al conflicto norirlandés y al mismo tiempo es un humano y sentido homenaje a los que se quedaron, se fueron y a los que nos dejaron. Por medio de una trama coming-of-age narrada con pasión y sensibilidad atraves de la mirada y perspectiva llena de nostalgia, romanticismo y esperanza de su protagonista, Buddy un niño de 9 años, que observa con la inocencia propia de su edad mientras crece en un ambiente de lucha, cambios culturales odio religioso y violencia. A la vez que sueña con un futuro que lo aleje de problemas, encontrando consuelo en su pasión por el cine, la compañerita que le gusta y sus carismáticos padres y abuelos que lidian con los problemas, diferencias y violencia. Manejando un guion excepcional sobre la familia, los cambios, la añoranza de la infancia, que examina y recrea el periodo en que las tensiones que habían hervido a fuego lento en la tumultuosa Irlanda del Norte en los 60s se desbordaron, iniciando un periodo de conflictos religiosos y políticos, que se extendería 30 años. Todo muy bien conseguido por el reparto perfecto y su interpretación maravillosa, comenzando por el jovencísimo Jude Hill quien carga con credibilidad con el peso de la trama:ingenuo,cariñoso,preocupado por su familia-sus abuelos, él está enfermo; sus padres con graves problemas económicos; su colegio, está enamorado de la chica más lista y guapa de la clase; su amor por el cine, que le ayuda a huir de la realidad ;la necesidad de salir de Belfast y de emigrar, logrando empatizar y encariñar. Todo ello aderezado con otras actuaciones fabulosas como la de Caitriona Balfe como una madre moderna y elegante, Jamie Dornan es un padre enérgico y amable, Judi Dench y Ciaran Hinds son unos maravillosos abuelos, entre los que surge una química natural que es un regalo. Con una efectiva producción técnica y diseño sublime que hará que no podamos apartar la vista ni un segundo de la pantalla, además del desarrollo con mucho ritmo sin que sintamos las dos horas de duración. Muy bien rodada por Branagh quien consigue un equilibrio imposible entre la belleza en blanco y negro del cine de autor, la fluidez narrativa de los clásicos, y la incorporación del color para dulcificar momentos y los despliegues de imaginación como refugio ante la inminente tormenta. Destacando la fotografía preciosa de Haris Zambarloukos que además de aportar una candidez y alegría al metraje que es de agradecer, crea imágenes impactantes. Haciendo gala de una excelente puesta en escena en la que utiliza todos los artificios y virtuosismo de cámara, sabiendo jugar con los dobles planos y los reflejos, logrando con dinamismo y pompa plasmar los disturbios, carreras, explosión de un vehículo y otros episodios, digno de un thriller de acción. Acompañada por la música acertada de la banda sonora de Van Morrison, que aporta una decena de temas gloriosos, que refuerza el sentimiento del que hablan las imágenes, pero dotándola de esa carga nostálgica como Wild Night, Caledonia Swing, Bright of the Road, Warm Love, Jackie Wilson Said, Days Like This, Stranded, Carrickfergus y And the Healing has Begun. Por todo esto resulta una película excepcional de visionado obligado, difícil de olvidar y que se quedara para siempre con nosotros, hecha con alma y corazón pese a los problemas que retrata despierta sentimientos de alegría por la vida ,el amor y recuerdos consiguiendo cautivarnos y de que la disfrutemos con gozo .Convirtiéndose por derecho propio en una de las mejores películas del año merecedora de todos los reconocimientos.