Por Lourdes Rodríguez Salcedo
En definitiva, dentro de los debuts destacados en la cartelera nacional al fin tendremos la oportunidad de apreciar la extraordinaria y virtuosa obra cinematográfica: COMPETENCIA OFICIAL, que después de haber pasado por los festivales de Venecia, Toronto y San Sebastián con buena respuesta llega para dejarnos gratamente apantallados y cuestionándonos sobre de todo lo que hay detrás de la magia del mundo del cine y que siempre se trata de ocultar. Bajo la realización de los reconocidos directores argentinos Gastón Duprat y Mariano Cohn, responsables de El hombre de al lado y El ciudadano ilustre quienes entregan un ejercicio refrescante y ajuste de cuentas con el proceso fílmico con sus dimes, diretes y miserias, el sufrimiento en el arte, los retos y sacrificios en la actuación, la guerra de egos y vanidades, y la búsqueda de transcendencia. Reuniendo un reparto estelar encabezado por las luminarias Penélope Cruz y Antonio Banderas y el excelente actor argentino Oscar Martínez.
La trama comienza cuando el excéntrico empresario multimillonario Humberto Suarez, acaba de cumplir 80 años, a punto de jubilarse y retirarse se pregunta qué puede hacer para que su legado permanezca vivo, aunque el algún día ya no este. Por lo que decide hacer algo con lo que pasar a la posteridad y tras debatirse entre construir una obra arquitectónica monumental como un puente con su nombre o producir una película se termina decidiendo por esta última opción, pero no cualquiera tiene que ser la mejor que se haya visto. A partir de aquí comenzará una alocada y divertidísima desmitificación de todo el proceso de creación de una película empezando por un productor que no tiene ni la mínima idea de la producción cinematográfica pero como aporta el capital como era de esperarse incluye a su hija dentro del reparto, convoca a Lola Cuevas una de las más prestigiosas directoras de la actualidad .encumbrada por su obra radical y rompedora al grado que no se soporta ni a ella misma, la estrella a nivel Mundial Félix Rivero e Ivan Torres un prestigioso maestro de actores. Siendo dos divos insufribles, con perfiles y personalidades muy dispares tan antagónicos entre ellos, que pronto la rivalidad y los egos se hacen presente en escena, algo que la realizadora utiliza a su favor para probarlos y generar más tensión a la trama de su película. De esa forma tendrán que soportar durante los ensayos y relectura del guion la forma de trabajar y de ser del otro para tratar de sacar el film adelante, tarea que no será fácil.
COMPETENCIA OFICIAL es una brillante,fabulosa,encantadora y provocadora meta fílmica que por medio de la sátira refinada,cinica,simpatica y alegre maneja una trama que revela desde lo más profundo el otro lado de la moneda sobre el rodaje de la que está destinada a ser una mejores películas de la historia, sus tribulaciones internas y los involucrados en todo el proceso .Desde la concepción y adaptación para la gran pantalla de una prestigiosa novela de un Premio Nobel de Literatura, la dirección por la realizadora más reputada a nivel internacional, el divertido duelo interpretativo entre el método y el estrellato por los actores más famosos de la escena mediática y experimental que se convierte en toda una batalla campal. Todo ello se centra sobre todo en la etapa de ensayos por medio de un ingenioso y sobresaliente guion que con humor negro realiza un análisis crítico y reflexivo de la industria cinematográfica, de sus límites, de los excesos, de los egos, el narcisismo y privilegios. Asimismo, también presenta con valentía la banalidad de los galardones, las ceremonias de premiación y su relevancia o la mediocridad de cierta prensa que, rueda de prensa tras rueda de prensa, hace las mismas preguntas tratando de colocar etiquetas. Tomado referencias reales a la hora de construir sus personajes con la suficiente sutileza para no evidenciar a alguien en concreto de la vida real. Todo muy logrado gracias al magnifico desempeño de su trio protagonista de primer nivel comenzando por Penélope Cruz, el alma de la cinta como una directora bien valorada, un tanto extravagante, que somete a sus actores a todo tipo de retos para sacar lo máximo de ellos, desenvolviéndose de forma casi inexpresiva, demostrando su hartazgo, al mismo tiempo que entrega sus diálogos con muchísima precisión pasando de lo cómico a lo frio y firme. Antonio Banderas actúa con gran carisma y soltura, transitando entre el cinismo y desinterés como una gran y popular estrella. Oscar Martínez como su contraparte como el centrado actor Ivan Torres de método, brilla con una intensidad notable e interactúa de forma genial, calmado y relajado en medio de tanto caos. Y José Luis Gómez excelente como un empresario metido a productor. Apoyados por los secundarios Irene Escolar, Pilar Castro y José Luis Gómez. La ambientación utiliza escenarios simples y vacíos pero espectaculares que plasman imágenes de una hermosura inusual y escenas preciosistas donde deslumbra la fotografía de Arnau Valls Colomer. Por lo que demuestra con creces que es una de las mejores propuestas divertidas, paródicas y reflexivas que rinden reconocimiento al celuloide, la labor creativa y actoral. A ver sin falta