Por Lourdes Rodríguez Salcedo
A partir de este fin de semana tienes una cita obligada en la sala del cine para abrir tu mente y reflexionar sobre el significado de la vida y el futuro con el debut de la joya cinematográfica C’MON C’MON, SIEMPRE ADELANTE, bajo la Distribución de Diamond Films. El más reciente largometraje del magistral director Mike Mills, quien realiza un viaje de autodescubrimiento donde explora dentro de las profundidades del ser en la vida contemporánea, la empatía, la conexión con las personas y la crisis existencial ante un mundo que se percibe más como una carrera por mantenerse de pie, que como un escenario de realización personal o colectiva y la incertidumbre ante un futuro incierto. Reuniendo a un extraordinario elenco protagónico Joaquín Phoenix, Woody Norman y Gaby Hoffman. Trata sobre Johnny, un periodista radiofónico involucrado en un proyecto de entrevistas a niños a lo largo de la Unión Americana para un programa radial. Los chicos sorprenden con sus lúcidas respuestas sobre el medio ambiente, las crisis sociales y el futuro. Johnny tiene la paciencia y el temple para escucharlos mejor que nadie, mientras realiza esta labor en una pausa decide contactar inesperadamente a su hermana Viv, de la que se ha alejado, sin hablarse ni visto desde hace tiempo. Durante la plática ella le comenta que debe hacer un viaje para ayudar a su esposo, quien con bipolaridad está en el comienzo de un colapso psicológico, y que no tiene con quién dejar a su hijo, Jesse. Johnny se ofrece para cuidarlo. En el tiempo que compartirán juntos, la convivencia y comunicación será difícil para ambos, pasando por momentos de felicidad y episodios traumáticos para convertirse en compañeros de aventuras a través de una travesía por las grises ciudades de Estados Unidos. Utilizando la grabadora de sonido y micrófono para captar las voces de los jóvenes, las personas, y los sonidos de la ciudad. Esto cautiva a Jesse, incitándolo a grabar las urbes, su voz y la de su tio. Ya que para comprender al otro hay que escucharlo, ponerse en su lugar con lo que siente. Mientras el periodista trata de mostrarse seguro ante las incesantes preguntas de su sensible y muy inteligente sobrino de 9 años de edad. Al pequeño las respuestas no siempre le satisfacen motivo que lleva a Johnny a replantearse su profesión, su persona, e incluso su manera de ver el mundo. El chico con su padre enfermo, busca certezas y un referente adulto en su tío inmerso en un mar de dudas y todavía en crisis por la muerte de su madre, la abuela del chico. La idea del adulto lleno de seguridades se desvanece minuto a minuto. Sin embargo, superarán sus diferencias, entablando una cálida relación, donde aprenderán a comunicarse, expresar sus emociones, reconciliarse con el pasado y a sobrellevar, desde la empatía y la delicadeza, las rupturas que la vida les coloca en su camino, ante un futuro incierto, pero lleno de promesas y retos.
C’MON C’MON, SIEMPRE ADELANTE es un extraordinaria, calida, sensible y melancólica obra de arte fílmica que aborda un antiguo cuestionamiento de toda la humanidad, que sigue permaneciendo vigente en la actualidad, entender quiénes somos, el sentido de la vida, y hacia dónde vamos. Por medio de una poderosa, emotiva y dulce historia que retrata una familia que hasta hace poco no se relacionaba como una, reactivando los vínculos y sanando las heridas que se sanan con el tiempo, llamadas, bromas y charlas. Donde los hermanos se reencuentran al involucrarse en cuidar al esposo y al sobrino, sin claudicar ante los momentos exasperantes, reconociendo las fragilidades para tratarlas con delicadeza, ayudando a entender porque sucede como sucede y superarlas con tiento yendo más allá de la necesidad de comunicarse y conectarse para entrar en empatía, generando comprensión y tolerancia en medio de ese sentimiento de crisis existencial. Narrada de forma cautivante y delicada a manera de road trip de autodescubrimiento y aprendizaje, con un guion minucioso que maneja diálogos profundos con tintes de drama, humor y nostalgia de un tío y su sobrino en la transformación en sus afectos y experiencias, mientras uno debe aprender a cuidar a un niño; y el otro, enfrentarse a una crisis familiar. Junto segmentos de entrevistas a niñas y niños con un registro casi documental de los sentires y pensares de la juventud americana, que aparecen intercalados para acentuar los conflictos cotidianos y afectivos de los personajes desde este juego de posiciones opuestas entre la ficción y la realidad de lo personal a lo colectivo. Para conmovernos y cuestionarnos sobre el sentido de la vida y el futuro incierto lleno de promesas La importancia de escuchar las experiencias, ideas y sentimientos, para solidarizarse y entrar en empatía. Para expresar que esas preocupaciones vivenciales y miedos acerca de lo que depara el futuro. Todo muy bien conseguido, gracias a la gran química y dinámica perfecta interpretativa para fusionar su vulnerabilidad y fragilidad más allá de la edad entre los estupendos actores protagonistas. Phoenix transmite desde la contención ternura y sufrimiento con sensibilidad. Mientras que Woody Norman es tan instintivo y adorable como maduro. De más está decir la esforzada y cuidada producción con una excelente fotografía en blanco y negro, con panorámicas de ciudad y planos medios o cerrados, unifican de lo pequeño a lo grande con el doble fin de generar un nostálgico pasado y a la vez, hablar de un presente en construcción para poder proyectar un auspicioso futuro para los protagonistas, con grandes locaciones urbanas, y música excelsa. En resumidas cuentas, es una gran película inspiradora y cuestionante que con sencillez y sabiduría reconoce esas angustias existenciales acerca de lo que depara el destino, el colapso que siempre está por venir, la soledad, el amor, la familia, los padres, la perdida y el duelo, que son compartidas por generaciones. Que atraves del amor, la unión y la comprensión nos ayudan y dan la fortaleza para superalas, a pesar de los planes frustrados e inesperados sucesos para poder, continuar y continuar, continuar y continuar. Una experiencia encantadora y entrañable que mereces disfrutar en la pantalla grande.