En el marco del Día Internacional de la Familia, que se celebra el 15 de mayo, es importante destacar la relevancia de la educación alimentaria y el cuidado emocional desde el núcleo familiar para promover la salud y el bienestar de todos los integrantes que lo conforman.
La familia tiene un papel fundamental en la enseñanza de conductas relacionadas con la comida, tanto positivas como negativas. Algunas de estas conductas pueden incluir el comer para hacer frente a emociones, como el estrés o la tristeza, así como el consumo de los alimentos como recompensa, gratificación o castigo. También es común que la comida sea el centro de actividades sociales y celebraciones. Por ello, es importante tener conciencia de estas conductas y enfatizar en la importancia de una alimentación correcta y nutritiva, en lugar de usarla para satisfacer necesidades emocionales o sociales.
Con base en el Atlas Mundial de Obesidad, “más de mil millones de personas en todo el mundo vivirán con obesidad para 2030. Es decir que 1 de cada 5 mujeres en el mundo y 1 de cada 7 hombres vivirán con esta condición. A su vez, 13% de los niños y adolescentes se verán afectados. La cifra se duplicará con creces en los países de ingresos bajos y medianos en dicho periodo.”
La Dra. Tania Nava Ponce, especialista en Medicina Interna, Obesidad y Comorbilidades destaca que “es importante que toda la familia se involucre y acompañe en adopción de conductas saludables. Además, es el núcleo en el que los niños y jóvenes aprenden la mayoría de las conductas que tendrán a lo largo de su vida. Por lo cual, una correcta alimentación, la actividad física y una correcta gestión de las emociones no sólo promueven la salud, sino también ayudan a prevenir problemas de salud en el futuro.”
Los niños y las niñas con prediabetes suelen tener niveles altos de colesterol, de presión arterial sistólica y de triglicéridos. Estas enfermedades van de la mano con la otra. Después de llegar a un estado de prediabetes hay dos caminos: desarrollar diabetes o mejorar hábitos de alimentación y llevar un mejor estilo de vida para revertir los niveles altos de glucosa en la sangre.
Aprender a cuidar de la alimentación y de las emociones son aspectos fundamentales para identificar y satisfacer las necesidades emocionales sin recurrir a la comida en exceso. La gestión emocional en el hogar puede incluir actividades como la comunicación, el apoyo emocional, la meditación y el ejercicio físico, entre otros.
De acuerdo con la especialista Tania Nava “la educación alimentaria debe fomentar conductas saludables, como la elección de alimentos nutritivos y el control de las porciones. En este contexto, es fundamental que los padres se acerquen a especialistas que los puedan orientar.”
La familia juega un papel crucial en la promoción de conductas saludables y en la prevención de enfermedades crónicas no transmisibles, especialmente durante la infancia y la adolescencia. En este sentido, el Día Internacional de la Familia, es una oportunidad para recordar la importancia de este núcleo para el cuidado y la protección de la salud. Por tanto, es necesario trabajar en equipo para crear un ambiente saludable y apoyar a cada miembro de la familia en el proceso para alcanzar su bienestar físico y emocional.