En México el 17 por ciento de las mujeres en edad reproductiva padece infertilidad.
El tratamiento personalizado puede ayudar a alcanzar el sueño de tener un bebé.
La realidad de la infertilidad en México representa un desafío que afecta al menos a 1.5 millones de personas, de las cuales el 17% son mujeres en edad reproductiva, según datos revelados por el Consejo Nacional de Población (CONAPO). Ante este panorama, es fundamental abordar la importancia de un plan de salud reproductiva para aquellas personas que sueñan con tener un bebé.[1]
De acuerdo con la Dra. Ishell Flores, bióloga de la reproducción humana, “la gestión emocional y la estabilidad en la salud emocional son fundamentales durante el proceso de fertilidad, destacando la importancia de contar con el respaldo de un especialista en salud emocional. Para abordar estos aspectos, se sugiere la terapia psicológica, con el fin de manejar las emociones vinculadas en este proceso. En cuanto a las opciones de tratamiento, se aconseja la consulta con un ginecólogo especializado en fertilidad, quien puede explorar alternativas personalizadas. Este enfoque integral, que abarca tanto la salud mental como los tratamientos de fertilidad, ofrece apoyo a quienes buscan concebir.
Dentro de este contexto, existen algunas opciones de tratamiento que puede ayudar en el proceso:
Fecundación in vitro (FIV): Un procedimiento en el que se realiza el encuentro entre óvulos y espermatozoides fuera del cuerpo y se implantan los embriones resultantes en el útero.
Inseminación intrauterina (IIU): Consiste en colocar espermatozoides directamente en el útero durante el período de ovulación, aumentando las posibilidades de fertilización.
Tratamientos para inducción de la ovulación: Utilizan medicamentos para estimular la ovulación y aumentar la probabilidad de concepción al liberar múltiples óvulos durante el ciclo menstrual.
Establecer metas para revisiones médicas y evaluaciones de fertilidad resulta fundamental, abarcando desde historiales médicos y exámenes físicos hasta análisis hormonales. La especialista Ishell destaca: “acudir a una cita médica con un experto en fertilidad puede ser crucial para comprender y abordar cualquier problema potencial”. La personalización de tratamientos es esencial para cada paciente.
La infertilidad, más que un desafío, se presenta como una oportunidad para explorar y hacer uso de las diversas opciones de tratamiento disponibles. La conjunción de apoyo emocional, tratamientos de fertilidad adaptados a las necesidades individuales y un enfoque integral hacia la salud reproductiva puede abrir paso al cumplimiento del sueño de tener un bebé. Cada paso en este trayecto, respaldado por la experiencia de profesionales comprometidos, representa un avance sustancial para atender cualquier problema potencial.