Los mayas y aztecas celebraban un ritual para marcar el inicio de la vida adulta para después hacer parte a la comunidad a través de la comida.
Durante el Segundo Imperio mexicano, Maximiliano de Habsburgo y Carlota, añadieron a la celebración los vestidos lujosos como estatus para presentar a las jóvenes ante la alta sociedad.
Todos hemos asistido a una fiesta de XV años, cada una con una personalidad distinta que va de la mano con la festejada; pueden ser desde celebraciones modestas en compañía de la familia, hasta fiestas de más de 200 personas que acompañan a la adolescente en su camino hacia la adultez; sin embargo, esta celebración tiene sus raíces en la época precolombina, donde mayas y aztecas celebraban el inicio de la vida adulta con un ritual para después hacer parte a la comunidad compartiendo alimentos. Desde luego, esta costumbre se arraigó en la historia a través de los años y transformándose hasta lo que conocemos hoy.
Maximiliano de Habsburgo y Carlota fueron quienes marcaron el glamour de esta celebración añadiendo vestidos pomposos de telas elegantes y el vals, cuya función era presentar a la joven ante la sociedad como la señorita ideal para formar una familia, ya que además como parte de esta celebración, la cumpleañera debía aprender a coser y cocinar para cuando fuera esposa y madre.
Una de las características del Segundo Imperio en torno a la celebración que permanece hasta la actualidad, consiste en que a la quinceañera se le permite maquillarse, bailar en público y hacerse de sus primeras joyas; de hecho, actualmente muchas familias regalan a sus hijas anillos conmemorativos con formas de coronas o tiaras para recordar este momento.
La celebración se hizo popular en Estados Unidos primero durante la década de 1930 y en ocasiones se ha combinado con la costumbre estadounidense de “sweet sixteen”, que celebra el decimosexto aniversario de la cumpleañera.
“Uno de los elementos principales de esta celebración es el vestido, una prenda que genera ilusión y que permite que la cumpleañera elija el vestido de sus sueños que vaya de la mano con su personalidad y estilo. Este es su primer vestido de ceremonia y permanecerá en sus recuerdos por siempre”, dijo Carolina Vázquez, CEO de Ragazza.
Actualmente el ser una candidata ideal para el matrimonio ha quedado en el olvido, por lo que esta celebración se enfoca en que la quinceañera celebre rodeada de amor, amistad y familia; sin embargo, muchas optan por celebrar con un crucero, vacaciones con sus amigas, entre otras cosas.