mar. Nov 26th, 2024

Por Lourdes Rodríguez Salcedo

Vale la pena ver en la gran pantalla la joya cinematográfica mexicana que afortunadamente por fin aterriza en salas después de su paso por el Festival Internacional de Morelia: DIOSA DEL ASFALTO. La última entrega del director Julián Hernández   que con compromiso aborda con crudeza y denuncia la violencia hacia las mujeres, el machismo y la homofobia a través del arte. Protagonizada por   grandes actores del cine mexicano Ximena Romo, Mabel Cadena, Alejandra Herrera, Nelly González, Samantha   Orozco, Axel Arenas, Giovanna Zacarías, Pascasio López , Paulina Goto, Norma Pablo y Juan Luis Medina.

 La trama   comienza con el regreso de Max, quien después de diez años vuelve a su barrio, llega acompañada de su guitarra, ya que ahora es vocalista de un grupo de rock / punk que va a dar un concierto local. Sin embargo, en ese lugar también la esperan recuerdos, nuevas noticias y la verdad que durante años se mantuvo en silencio. Poco a poco se revelan los motivos de su partida y se recuerdan promesas y las muertes que la marcaron a ella y a su grupo de amigas: Las castradoras de Santa Fe.

La Diosa del asfalto es una gran y valiente propuesta del cine nacional. Que maneja de forma contundente y efectiva el drama, la denuncia social y altas dosis de suspenso. El guion está basado en hechos reales y estuvo a cargo de Inés Morales y Susana Quiroz. Toca temas muy importantes en la actualidad, aunque el guion fue escrito hace años. A si mismo alienta al empoderamiento femenino y remarca el tema de la sonoridad, es alentador ver como este grupo de mujeres se apoyan entre sí mismas, como un grupo de hermanas que exigen el respeto que merecen a los hombres que se atreven a violentarlas. Estos personajes son mujeres fuertes, cada una se enfrenta al machismo de manera diferente, pero ellas siempre se muestran valientes y dispuestas a hacer justicia por su propia mano, en un barrio donde no se puede confiar ni en la ley, donde los habitantes y los medios parecen estar más preocupados por la violencia al sexo masculino que por los feminicidios. Una ficción que no resulta alejada de la realidad que se vive en nuestro país.  En cuanto a la propuesta visual hay un excelente trabajo que explora un nuevo estilo de narrativa con planos manteniendo su sello distintivo. Gracias al poderoso y arriesgado cinefotógrafo Alejandro Cantú en sus bien logradas tomas y a una minuciosa dirección de arte de Erika Ávila para adentrarnos al contexto e intimidad de esta historia a través de la ambientación, objetos y locaciones que nos revelan detalles imprescindibles para lograr encajar las piezas del drama y misterio. Ambos aspectos se complementan muy acorde con el interesante diseño de vestuario punk a cargo de Alejandro Caraza que recurre al cuero y a los remaches característicos de la época en la que se desarrolla. El diseño sonoro, agrega una gran calidad a la producción y logran adentrarnos con acierto a los hechos. Aderezado oportunamente por una selección de canciones entrañables, algunas composiciones originales interpretadas por Ximena Romo y piezas memorables de José José, Marco Antonio Muñiz, Estela Núñez, Cecilia Toussaint  y Rigo Tovar.. El elenco nacional de lujo entrega un gran desempeño y talentosa interpretación. Encabezado por Mabel Cadena que resalta con una potente actuación que dejará a muchos espectadores sorprendidos, ya que su trabajo es digno de nominaciones y premios. Destaca dentro de las grandes producciones cinematográficas mexicanas. Una ficción que no resulta alejada de la realidad que se vive actualmente en nuestro país. Es un filme necesario y de denuncia imprescindible que realmente vale la pena y no se debe dejar de ver.