Por Lourdes Rodríguez
El maravilloso mago de Oz (2017), dirigida por Igor Voloshin, es una adaptación moderna y oscura del clásico cuento de L. Frank Baum. La película traslada la historia a un entorno contemporáneo, explorando temas como la identidad, la amistad y la búsqueda de uno mismo, pero con un enfoque más psicológico y surrealista.
Voloshin ofrece una visión visualmente impactante, con una estética que combina elementos oníricos y distópicos. La narrativa, aunque fiel en esencia al viaje de Dorothy y sus compañeros, se sumerge en un tono más introspectivo y en ocasiones perturbador, alejándose de la versión más ligera y fantástica que muchos conocen.
Las actuaciones son sólidas, especialmente la de la protagonista, quien lleva el peso de la historia con una mezcla de vulnerabilidad y determinación. La banda sonora y la fotografía contribuyen a crear una atmósfera envolvente, aunque en ocasiones el ritmo puede sentirse irregular.
En resumen, El maravilloso mago de Oz de Voloshin es una reinterpretación audaz y visualmente fascinante del clásico, ideal para quienes buscan una versión más adulta y reflexiva de la historia. Sin embargo, puede no ser del agrado de quienes prefieran una adaptación más fiel al tono original del cuento.